El uso indiscriminado de antibióticos es un problema de salud pública que amenaza la eficacia de estos medicamentos para tratar infecciones.
Así lo señaló Anahí Dreser Mansilla, investigadora en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), quien explicó que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) genera que las bacterias, virus, hongos y parásitos, no se puedan combatir con los medicamentos.
“La RAM es un problema grave que puede tener consecuencias fatales”, dijo Dreser Mansilla. “Cuando una bacteria se vuelve resistente a un antibiótico, ya no se puede tratar con ese medicamento y puede causar una infección grave o incluso la muerte”.
La investigadora señaló que el uso indiscriminado de antibióticos se debe a dos factores principales: la automedicación y la prescripción injustificada de antibióticos por parte de los médicos.
“Muchas personas se automedican con antibióticos sin consultar a un médico”, dijo Dreser Mansilla. “Esto puede ser muy peligroso, ya que los antibióticos pueden tener efectos secundarios graves”.
En el caso de los médicos, Dreser Mansilla señaló que muchos recetan antibióticos innecesariamente para tratar infecciones virales, como la gripe, el catarro o la influenza.
“Los antibióticos no son eficaces para tratar infecciones virales”, dijo Dreser Mansilla. “De hecho, pueden empeorar la infección o provocar efectos secundarios”.
La investigadora señaló que la pandemia de covid-19 empeoró la situación, ya que en el primer año de la emergencia sanitaria se utilizó de manera innecesaria una gran variedad de antibióticos.
“Los antibióticos se recetaron de manera indiscriminada para tratar síntomas leves de covid-19”, dijo Dreser Mansilla. “Esto contribuyó a la propagación de la resistencia a los antimicrobianos”.
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