La Secretaría de Cultura de México reportó una baja sostenida en el consumo de música con apología a la violencia desde enero de 2025. Durante la conferencia matutina del 1 de agosto, la titular de la dependencia, Claudia Curiel de Icaza, presentó datos que confirman esta tendencia, basados en estadísticas de plataformas digitales como lo son Spotify.
La información muestra que los géneros con letras que exaltan el crimen o la violencia, como algunos corridos tumbados y música de banda, alcanzaron su punto máximo de consumo a inicios del año. A partir de ese momento, la demanda ha disminuido de manera constante.
Cambios en hábitos de consumo musical
Esta transformación obedece a factores sociales, entre ellos una mayor conciencia colectiva, cambios generacionales en los gustos musicales y una reflexión cultural en torno al contenido violento. La dependencia subrayó que no se ha impuesto censura, sino que se trata de una tendencia natural en las preferencias del público.
A la par, se ha detectado un crecimiento del 25 % en el consumo de música regional mexicana sin contenido violento, lo cual indica un viraje hacia expresiones más tradicionales o con mensajes positivos.

Iniciativas culturales impulsadas por Secretaría de Cultura
También se destacaron las estrategias gubernamentales que buscan fortalecer estas nuevas narrativas. Entre ellas se encuentra el concurso nacional México Canta por la Paz y Contra las Adicciones, que promueve la creación musical con letras alejadas de la violencia y orientadas al bienestar social.
Esta iniciativa forma parte de una política cultural que impulsa la creatividad juvenil sin glorificar conductas delictivas, mediante la apertura de espacios para artistas emergentes con propuestas positivas.
No hay prohibiciones, sino promoción de nuevas expresiones
La Secretaría de Cultura aclaró que no se prohíbe ningún género musical. El enfoque del gobierno consiste en visibilizar y respaldar propuestas artísticas que fomenten valores sociales, sin excluir las expresiones musicales populares.
Según la funcionaria, este cambio refleja un proceso espontáneo dentro del panorama cultural mexicano, en el que la música actúa como un espejo de las transformaciones sociales en curso.